– Kaskete.- Hombre, es que no se en los tiempos de los faraones, pero yo, por la parte que me toca, en el siglo XXI soy uno de los mas firmes defensores de la integridad del ojete propio, no así del ajeno que, siendo de chavala y estando en condiciones, toda vez que medie consentimiento por ambas partes litigantes, no veo la necesidad de hacer santuario del mismo.
– Faraón.- Es una bella manera de entender la filosofía del sexo anal heterosexual, le voy a decir al jefe de obra que lo cincele con bellos jeroglíficos en algún monolito, si no te importa.
– Kaskete.- A mi si me das un porcentaje notable de los beneficios estoy dispuesto a venderte mi filosofía barata, ten en cuenta que yo, sea el siglo en el que sea, soy un mercenario de las letras.
– Faraón.- ¿Qué te parece si, como pago, te presento a alguna de nuestras chicas de compañía? Están recién llegadas pilotando ellas mismas sus aeroplanos desde los 87 puntos cardinales del orbe.
– Kaskete.- De eso nada, a mi dámelo en lingotes de oro… ¡aquí en la mano los quiero ver!, porque la metesacacionalidad, siendo muy placentera y deleitosa, es sumamente efímera y si yo el día de mañana me quiero comprar un BMW… ¿Acaso haber echado un palo con unas cuantas frescas me va a solucionar el pago de las cuotas mensuales?
– Faraón.- Supongo que no.
– Kaskete.- Tú lo supones y yo te lo certifico; el dinero contante y sonante y aquí paz… ¡y después gloria!
– Faraón.- ¿Lo quieres en un saco?
– Kaskete.- Si eres tan amable… y por favor, que sean lingotes no consecutivos y sin cincelar.
– Faraón.- ¿Entonces no quieres echar un clavileño?
– Kaskete.- Cuidao, no me malinterpretes, que si en un momento dado me dices: “Oye Kaskete, mira que te voy a presentar a una egipcia que tiene unas tetas como tu cabeza, la cual transigirá de buena gana para con la realización de todo tipo de proposiciones de carácter lúbrico, porque en su corazón esta grabado a fuego y oro el estar todo el día dale que te pego al alivio…”, pues hombre, mi esmerada educación centroeuropea me impediría despreciar tal cosa, no se si me entiendes lo que te quiero decir…
– Faraón.- Perfectamente. Ten en cuenta que soy un hombre bragado y de mundo… ¿no ves que hice la mili en Ceuta?
– Kaskete.- ¿En la legión?
– Faraón.- Si, pero antes de que incorporaran como parte del contingente al mono y a la cabra.
– Kaskete.- Pues aquí donde me ves yo también tengo un pasado muy marcial, combatí en los tercios de Flandes, de ahí que constantemente aluda a lo de la pica, aunque en mi caso la cosa adquiera otra significancia.
– Faraón.- A todo esto… ¿Tu no venías a interesarte sobre la arquitectura piramidal?
– Kaskete.- Si, y sobre las empresas piramidales… ¿para que te crees que quiero los lingotes?
(Continuará… )